martes, 22 de mayo de 2012

Montserrat 2012 (4)



EL RELATO DE MANOLO



Son las cinco y cuarto de la madrugada. Casi ni puedo andar. Tengo los pies muy tocados. El último tramo, por carretera, solo, bajo la lluvia, me ha destrozado. Creo que no me he sabido alimentar bien. He pecado de inexperiencia.
Y ahora, el gran dilema. Tengo la montaña de Montserrat enfrente; enorme. altísima. No sé si podré... Casi no me queda nada. Me digo que, en este punto, no puedo rendirme sin haberlo intentado. No le tengo que demostrar nada a nadie, salvo a mí mismo. Pero tengo tanto dolor...
Al despuntar el día, todo el grupo se prepara, y yo con ellos. Admito que siento miedo cuando me dicen que lo que queda es precisamente lo más duro del camino. Pero estoy dispuesto a hacerlo, aunque sea arrastrándome, aunque llegue el último...
La subida es exigente, pero la llevo bien, porque vamos todos en grupo y el ritmo es llevadero. Y subimos, y subimos, hasta que siento que me mareo. Conozco el síntoma: hipoglucemia. Tenías que haber comido mejor, Manolo. Pido glucosa, pero siento que me voy. Y allí estáis todos, mi equipo, mis compañeros de aventura, ayudándome a recuperarme, a seguir el camino. No hay vuelta atrás. Quiero seguir, pero he de bajar el ritmo. Hay más compañeros "tocados", pero, apoyándonos mútuamente y en los que van bien, seguimos.
Ya sólo queda el tramo de las escaleras. 45 minutos. ¡No me voy a rendir!. Ya cerca del final (pero yo no lo sabía), vuelvo a necesitar ayuda. Peter (mil gracias, amigo) me "engaña"; siempre falta sólo un tramo de escaleras. Subo de la mano de Regu y Peter, porque solo no sé regular.
No sé que hora es, y no me importa, pero acabo de subir. ¡Lo he conseguido!. Y todo lo demás deja de importar...
Durante los más de 2 años que comparto vivencias con los Daiblos Rojos, las referencias a Montserrat eran contínuas. Los compañeros que lo habéis hecho sabréis a qué me refiero cuando os diga que no sabes qué vas a buscar, pero lo que consigues es encontrarte un poco más a ti mismo.

Manolus Montserratensis.

3 comentarios:

Juli dijo...

Ese es el espíritu Manolo. Mucha gente no te entenderá pero la gente que ha estado si. Esa Gran Montaña tiene algo de especial y mágico. Tu sacastes lo mejor de tí, es la superación del ser humano...Por desgracia la vida tiene cosas mucho peores, pero estas pequeñas pruebas nos ayudan para hacernos más fuertes. Recibe un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Manolo, recuerdas al principio de la marcha, que te comentaba que esto era largo y había que dosificarse.
Yo no soy nadie para dar consejos, pero sé que ahora ya no te hacen falta. Has salido de esta experiencia más reforzado. Lo has conseguido, has sabido sufrir y lo más importante has sabido reconocer tus sensaciones y has permitido que te ayudemos.
Como dice Juli, esto nos hace más fuertes, al que lo pasa y a los que están junto a él.
Todos fortalecen el valor de la amistad, todos nos hacemos un poco más humanos y más personas.
Eres un auténtico Diablo Rojo, amigo.

JUAN dijo...

Mucha gente me pregunta sobre la caminata de Montserrat y al final he encontrado la frase que creo que más se ajusta, "no dejes que nadie te lo explique, tienes que vivirlo para entenderlo". Manolo ya lo entiende.