viernes, 27 de septiembre de 2019

2ª Jornada de la temporada 28ª.


El pasado viernes, 20 de setiembre, se disputó en la Nueva Bombonera el 2º partido de la 28ª temporada. La asistencia, como ya va siendo la tónica de hace más de dos temporadas, discreta, muy discreta: 11,

Pepe “El Capi” preparó dos equipos de la siguiente manera:

EQUIPO FUCSIA: Paco Romero, Jordi Ranz, Sergio Bandeira, Eric, Javier y Pedro Alvarez (6).

EQUIPO LILA: Pepe, José Mª, Paco Villar, Adriá y Juli (5).

Los primeros compases fueron bastante igualados pero con el paso del tiempo se vislumbró con claridad que se estaba jugando un partido de 6 contra 4. Un servidor, con las veces que me he vestido de corto en casi 25 años, no recuerda un día más aciago y espantoso. Valdría en este caso la frase de “si lo sé, no vengo”. No sirve nada de excusa, ni el averiado talón de Aquiles, la inactividad, nada…los balones escapándose de las manos como si fueran de mantequilla, cuándo todos subían yo bajaba…un despropósito amigos…el final está cerca.

Mientras, cual si fuera un mundo paralelo, se desarrollaba un partido con grandes momentos. Una defensa numantina de los “lila” para mitigar el lastre que arrastraban y con Adriá Romero intentando recuperar una y otra vez el mando del partido. Pedro Alvarez comandó una vez más a los “fucsia” teniendo a Eric y Javier como carrileros de lujo. Por cierto, lesión ya muy avanzado el partido de Javier en el talón debido a una pisada mal dada. Esperamos una pronta recuperación. Sergio “El Pistolero” encontró nuevamente el camino del gol para llegar a su enésimo “Pichichi”.

Cinco de nosotros nos encontramos posteriormente en el Nuevo Fimons y dimos cuenta de algunos bocatas regados en esta ocasión con una buena cerveza de barril que tiene actualmente nuestro amigo Salva. Agradable conversación versada en casi su totalidad sobre los últimos hechos en el grupo.

Y eso fue todo amigos. Hasta pronto.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Con la "M" hemos topado.





El que esto escribe, humilde relator aficionado, no los ha vivido todos pero casi. Como todos adivinareis me refiero al comienzo del curso escolar y lo que es más importante para nosotros el estreno de una nueva temporada del fútbol de los viernes. Son muchas ya las temporadas (28) y de ese estreno en el olímpico año de 1992 ya no nos queda nadie vistiendo de corto. La edad, las lesiones, los nuevos intereses en la vida de cada uno…todo ello ha hecho que las caras que nos solemos ver los viernes sean diferentes cada año…unos desaparecen y aparecen otros (pocos, muy pocos). De aquellos años que cerraron el anterior milenio aún es posible encontrarse algún que otro viernes a Paco Villar, Paco Romero, Sergio Bandeira, Raúl Marín, José Mª Peleato, Fernando Pérez, un servidor…y junto a nosotros compartiendo la cervecita de después Enric Avellaneda.






Cada año supone un reto nuevo y un propósito identitario que nos une: Continuar con la Noche Mágica de los Viernes. Como todos ya sabéis desde la temporada anterior nuestro Capitán es Josep Martínez “Pepe” al que desde aquí quiero agradecerle todos los esfuerzos realizados para mantener el rumbo de los Diablos Rojos. Su misión no ha sido fácil este curso pasado en el que ha tenido que afrontar varios problemas personales y familiares. De mis largas conversaciones con él en nuestras pequeñas caminatas de los domingos he percibido una ilusión y una actitud en todo lo referente a los Diablos Rojos que me indican que tenemos Capi para mucho tiempo. Gracias Pepe por ser como eres.

Este año empezamos con muchos cambios y todos ellos positivos. En primer lugar estrenamos campo de juego: “La Nueva Bombonera” que en realidad no es un traslado de campo sino un lavado importante de cara de toda la maltrecha pista del patio del colegio. Pintura sintética azul recubriendo las viejas baldosas que a buen seguro vivieron la “entrada de nacionales”. Todo ello aderezado con una pintura de todas las líneas para pistas de basket, balonmano, fútbol sala…que asemejan las pistas del aeropuerto del Prat por su gran profusión. La segunda gran novedad fue el estreno del “Nuevo Fimons” con otro lavado de cara harto necesario desde hacía años.

Con todas estas perspectivas y desafiando todos los elementos como el hecho de ser viernes 13 y que las previsiones de lluvia eran un tanto pesimistas, nos juntamos 10 Diablos Rojos (alguna traición sin mala fe de última hora) y un servidor ejerciendo de notario del acontecimiento. Se empezó con unas palabras del Capi en el centro del campo para dar la bienvenida a todos en la nueva temporada.






El partido duró poco (unos 30 minutos) hasta que fue suspendido por una fina lluvia que si bien no afectaba en gran medida a la pista en general hacia que las líneas pintadas con una especie de esmalte especial resbalaran como una pista de patinaje. Mención aparte el círculo central (muy bonito) de color fucsia (o eso creo yo porque mi paleta de colores es de solo 16) y con el anagrama de Maristes. Pues de la “M” quería yo hablar. Esa letra que hasta tiene un asiento en la Real Academia de la Lengua Española (el dramaturgo Juan Mayorga desde este año), fue la causa de las innumerables caídas de nuestros chicos al entrar en contacto su calzado con la misma.

Los equipos que se formaron fueron los siguientes:

EQUIPO FUCSIA: Pedro Álvarez, Eric, Raúl, Paco Romero y Javier.

EQUIPO LILA: Toni, Sergio Bandeira, Isidre, Pepe y José Mª.

El primer gol y también el segundo fueron obra de Toni que estrenó de esta manera la nueva Bombonera poquito antes de caer de bruces en la “M” como muchos otros compañeros se obstinaron en hacer seguidamente. A petición de José Mª indicamos que la portería “lila” permaneció a cero en el tiempo que duró el partido. Y también a petición expresa de Pedro Álvarez indicamos que el primer gol de la Bombonera fue encajado por él ejerciendo de portero de los “fucsia”.

Unas pocas carreras, el miedo a resbalar, el desentreno después de las vacaciones hacen innecesario un detalle pormenorizado del amistoso combate.

La hora del “Nuevo Fimons” se saldó con una escueta presencia de solo 4 de nosotros que nos vimos atendidos por el personal de siempre y con una selección de los manjares habituales. La conversación distendida, el brindis por ausentes y presentes, nos llevó sin apenas darnos cuenta a la hora de cierre del local.

Y esto fue amigos lo que más o menos ocurrió este pasado viernes.

Hasta pronto.