lunes, 18 de octubre de 2021

Los Gremlins


 


A veces hay libros o películas que se adelantan en el tiempo y nos describen casi con fiel exactitud cosas y hechos futuros. En esta ocasión (confieso que me dio la idea Raúl en el chat de los Diablos) se trata de la película “Los Gremlins” de 1984. ¿Dónde podemos encontrar alguna semejanza? Lo describo brevemente. En realidad los bichitos en cuestión que parecen muy simpáticos y juguetones les dan el nombre de “Mogwai” que en chino cantonés significa algo así como “espíritu maligno” (lo que ya hace proveer desequilibrios futuros). Los bichitos en cuestión, los Gremlins, tienen como un manual de instrucciones o mantenimiento con cosas tan curiosas como que no deben ser expuestos a luces brillantes porque los deteriora y no deben recibir la luz del sol ya que los mataría. Por si fuera poco jamás hay que darles de beber agua y mucho menos mojarlos. Tampoco deben ser alimentados después de la medianoche. Si alguno de estos requisitos no se cumple les salen una especie de bolas peludas, se reproducen y se vuelven muy agresivos. Bueno,  pues los Diablos Rojos no vemos la luz de sol mientras estamos jugando en la Bombonera aunque las luces brillantes de los focos nos pueden deteriorar, recomendaremos pues gafas de sol en los partidos. Lo de beber agua lo cumplimos a rajatabla, un Diablo Rojo solo bebe cerveza (se ha dado algún caso de beber vino rosado lo que ha acabado casi siempre con un leve salpullido). Lo de mojarnos lo cumplimos estrictamente (al menos en la Bombonera) pues el protocolo COVID nos impide usar las duchas. Para salvaguardar el buen nombre de los Diablos Rojos y aún a riesgo de que nos salgan bolas peludas, la mayoría se hace “unas aguas” en los surtidores de agua del patio. Lo de alimentarnos después de la medianoche en verdad lo cumplen casi todos, excepto los “cuatro” descerebrados que acudimos regularmente después de los partidos al Fimons aún a riesgo de transformarnos en crueles monstruos de la noche.

Bueno, después de estas batallitas, nos centraremos brevemente en el 2º partido de esta 30ª temporada. No pudo estar con nosotros, por viaje laboral a Guadalajara, nuestro Capi Pepe Martínez. Su hijo Pau se ocupó de traernos las llaves y los balones.

Los equipos quedaron formados de la siguiente manera:

EQUIPO AMARILLO: Kike, Pau, Raúl, Albert Rius y Sergio Marín (5)

EQUIPO AZUL: Xavi Pont, Sergio, Paco Romero, Pol e Isidro (5)

La asistencia fue sólo pues de 10 Diablos Rojos.

El partido avanzó en una primera parte con alguna ventaja para los amarillos. Nos gustó ver juntos a los hermanos Marín en el mismo equipo. Kike y Xavi Pont llevaron el liderazgo de los dos equipos. Nos está gustando mucho el inicio de temporada de Albert Rius que parece que haya jugado toda la vida con nosotros. Muy activo Pau Martínez (16 años es lo que tiene). Vimos a Pol un poquito más flojo que la semana anterior, incluso nos pareció observar alguna molestia en la pierna derecha, en todo caso esperamos que sea sólo una anécdota y lo tengamos a tope la próxima ocasión. Sergio “El Pistolero” lo intentó mil veces pero en esta ocasión no perforó la portería rival. Un par de minutos antes de las once y desde la banda se recomendó un ligero cambio de alineación que consistió en cambiar de equipo a Pau y Sergio con lo que se consiguió un poco más de equilibrio entre ambos equipos.

A las 23.30 ya estábamos 6 de nosotros en el Fimons (se incorporó en ese momento el Capi después de 600 kilómetros de viaje). Hubo tomate, boquerones, pinchos y alitas petroleadas, todo ello regado con alguna “Turia”. Agradable conversación que tocó tanto temas de actualidad como históricos, curiosamente no se habló de fútbol y otras cosas como podría llegar a sospecharse.

A una hora prudente, como es habitual en nosotros, nos despedimos con la promesa de intentar volver a hacerlo el próximo viernes.

Y esto fue todo amigos. Os esperamos a todos en la Bombonera.

Hasta pronto.

sábado, 9 de octubre de 2021

"Decíamos ayer..."


Se atribuye a Fray Luís de León la frase: “Decíamos ayer, diremos mañana”. Era el siglo XVI y era el regreso del escritor y humanista a sus nuevas clases tras pasar 4 años en la cárcel de Valladolid. También y ya en el siglo XX después de la dictadura de Primo de Rivera, Miguel de Unamuno volvía a ser restituido como rector de la Universidad de Salamanca y abrió su clase con las palabras que han quedado para la historia: “Decíamos ayer…”

El 13 de marzo de 2020, en la última reseña escrita en este blog, recogíamos la recomendación de las autoridades sanitarias: “Yo me quedo en casa”. Cerrábamos el escrito con un mensaje de esperanza: “Fuerza amigos, lo conseguiremos”.

Ha pasado más de un año sin que pisáramos la Bombonera, nuestra querida Bombonera. El camino de regreso no ha sido fácil amigos, os lo puedo asegurar. Semana a semana era el tema recurrente en las caminatas domingueras con mi gran amigo y Capitán de los Diablos Rojos, Pepe Martínez. Pasaban las semanas y los meses y sólo podíamos imaginarnos como un sueño un posible regreso a la noche de los viernes. Casi 30 años de historia hechos añicos por un pérfido virus que ha dejado un reguero de millones de muertos y enfermos por todo el mundo. En todo este tiempo y haciendo honor al lema que impuso Pepe en el Torneo número 27 “nunca dejes de creer” barajaba nuestro Capitán siempre la posibilidad de volver a jugar. No podía, no podíamos tirar a la basura una historia tan fantástica como la nuestra.

Por fin nuestros sueños se vieron cumplidos. Después de conversaciones y escritos con la dirección del colegio para cumplir todos los requisitos del exigente protocolo Covid, se ha conseguido el permiso necesario para volver a nuestra actividad. Pepe no ha estado solo os lo aseguro. El nuevo Presidente del AMPA, Jordi Verge (también miembro de los Diablos Rojos), ha estado en todo momento en las negociaciones para la vuelta a la normalidad. Nuestro Presi, Enric, también ha tirado de contactos y solo os diré que alguno de ellos ha traspasado fronteras. Las llamadas de muchos de vosotros preguntando por la vuelta al fútbol, mis caminatas con Pepe soñando despiertos, todo ello ha hecho posible que hoy escriba esta crónica del regreso a la Bombonera.

Muchas cosas han pasado en este año y medio. Algunas malas pero otras buenas. Algunos de nosotros han contraído el virus y gracias a Dios todos hemos salido bien parados.

Compartía anoche banquillo con Enric, el Presi. Por mi cabeza pasaban mil y un recuerdos. Recordaba a aquellos que ya hace años se quedaron por el camino y que también habían compartido la Noche Mágica de los Viernes: Salva, Xavi Carbonell, Guillermo. Recordaba a aquellos que en su día colgaron las botas o buscaron nuevos destinos lejos de la Bombonera. Pero la vida sigue y ayer me convencí que solo algo muy fuerte puede hacer que desaparezcamos como grupo. La Pandemia nos ha hecho más fuertes porque hemos sido conscientes de nuestra propia debilidad y hemos comprendido que todo es posible si se lucha por ello. Que paz interior tenía este aprendiz de cronista al ver las evoluciones de Paco Villar, Kike, Paco Romero, Fernando, Sergio, Pepe, nuestros incombustibles veteranos. A su lado las nuevas generaciones, el futuro relevo: Carlos, Pau, Guille, Pol…El futuro está asegurado amigos y todos juntos vamos a luchar por él.

Como esto es sólo una crónica y no un libro, me acortaré y dejaré en el tintero para mejor ocasión muchas cosas más.

La convocatoria publicada el jueves tuvo en principio la buena acogida de 18 Diablos Rojos, aunque al final quedó reducido a 16  por dos compañeros que se vieron afectados por un imprevisto pinchazo cuándo venían al partido.

Se empezó con unas breves palabras de Pepe, nuestro Capitán, dando las gracias a los presentes por acudir a la llamada y recordando brevemente las recomendaciones y normas que nos hemos comprometido a respetar en el Colegio.

Los equipos quedaron formados de la siguiente manera:

EQUIPO AZUL: Pepe, Paco Villar, Kike, Carlos Pérez, Fernando, Pau Martínez, Guille Pont y Raúl. (8)

EQUIPO AMARILLO: Márquez, Paco Romero, Pol, Albert Rius, Casacuberta, Pol C., Sergio y Xavi Pont. (8)

Teníamos miedo a los largos meses de inactividad sobre todo a las lesiones. Gracias a Dios no hubo que lamentar nada y todo transcurrió perfectamente. Como curiosidad os diré que el primer gol de la nueva temporada fue obra de Albert Rius que debutaba con este partido en la Bombonera. Albert dejó imágenes de buen fútbol y se adaptó perfectamente al ritmo y nivel al que estamos acostumbrados. Quizás alguno notó más que otros la larga inactividad. Destacaron sobre todo los más jóvenes: Pol, Guille, Pau, Pol C.

Lo más importante de todo es que se disfrutó, había hambre de fútbol y todos nos quedamos con ganas de más cuándo se pitó el final a las 23.30.



La segunda parte del guión, ya lo sabéis, nos llevó a 7 de nosotros camino del Fimons, donde ya nos esperaba Salva con sus chicos para deleitarnos con sus viandas y saborear después de un buen brindis una cerveza que se nos asemejó al elixir de los dioses. Hubo agradable conversación y a una hora más que prudente nos despedimos todos de regreso a nuestras “bases” respectivas con la firme promesa de repetirlo la próxima semana.

Os animo a todos a compartir nuevamente en la Bombonera la Noche Mágica de los Viernes, donde se sigue escribiendo cada semana la historia de un grupo de amigos con muchas cosas en común. Treinta años de historia nos contemplan y nos esperan muchos, muchísimos partidos.

Y esto es todo por hoy amigos , os esperamos el próximo viernes a todos.

Muchas gracias.