Valió la pena. Claro que sí, valen la pena todos los preparativos, un montón de mensajes y de llamadas, organizar todo para que nada falle…todo vale la pena si es para celebrar el cumpleaños de dos estupendos y maravillosos Diablos Rojos.
Todo estaba organizado de antemano, Mª Carmen (esposa de José Mª y hermana de un servidor) nos avisó al punto de las 10 de la noche de que José Mª acaba de salir de casa. Contábamos con el tiempo de sobra para encerrarnos todos en el vestuario de La Bombonera para esperar su llegada. Se apagan las luces, un silencio sólo interrumpido por alguna risa no contenida…! Tachín ¡ …Aparece José Mª, se abren las luces, cara de sorpresa…no lo esperaba…felicitaciones de todos…Empezaba la noche.
Todo había empezado hacía unas dos semanas. El 1 de abril José Mª cumplía 50 años y Joaquín 55. Había que montar alguna cosa. Al comienzo la gente no respondía como se esperaba…mensajes de “no vendré”, “estaré de canguro”, “no puedo”, “trabajo”, etc. Pero la cosa empezó a cambiar y muchos no quisieron perderse esta fiesta.
Contamos con la presencia de Kike, Paco Villar, Juan, Pepe, Peter, Paco Romero, Sergio, Roger, Jordi, Victor, Julián A., Enric, Enric Jr., Antonio, los del cumpleaños y un servidor, es decir en total 17 Diablos Rojos.
Teníamos reservada mesa en el Pipa-5 desde hacía días y para allá fuimos todos. Todo estaba preparado, los dos homenajeados juntitos (no revueltos).
Aquí es cuándo tenemos que mencionar a nuestro buen amigo Luís que se desvivió para que estuviéramos como en casa. Escalibadas, embutido, escaixada, unos excelentes caracoles y como no…las famosas alcachofas que le llevaron al Campeonato Mundial en el 88 ¿ó fue en el 91? Todo iba según lo previsto, incluso Paco Romero disfrutó con lo que le prepararon por ser medio-vegetariano.
En este momento hubo una llamada al móvil de un servidor por parte de Tato que quería mandar su mensaje de felicitación a los homenajeados.
Los segundos platos acabaron de rematar al personal: Entrecots, rabos de toro, costillitas, espalditas, etc., hicieron las delicias de los presentes.
Empezaba la hora mágica. Apagón de luces y aparición de dos tartas con velas para los dos homenajeados. Brindis con cava obsequio de la casa.
Vinieron los regalitos que fueron entregados entre las risas de los asistentes. Impagable la foto de José Mª con los guantes de portero y la mítica botella de rosado.
Obsequiamos a Joaquín y José Mª con sendas fotos ampliadas del anagrama de los Diablos Rojos y que fueron firmadas por todos los asistentes.
La noche fue pasando rápidamente con una sucesión de vivencias, chistes y recuerdos del grupo. Grandes risas en el brindis “Por Sifo” del más pequeño de todos, Enric Jr. , esgrimiendo un falso chupito de orujo (agua solamente) que se bebió de un trago ante la aterrorizada mirada de su padre “El presi”.
Noche memorable que permanecerá en la memoria histórica de los Diablos Rojos para siempre.
Gracias a todos los que ayudaron en todo con su presencia y también a los que no pudieron estar pero mostraron su apoyo.
