El viernes de la semana pasada jugamos nuestro partido 18 de la temporada. Justos de personal como ya viene siendo habitual en los últimos tiempos. Recurrimos a cantera, en esta ocasión a Jordi Ranz Jr. que con 13 años ha debutado en la Bombonera y también a David (un amiguete de Adriá Romero).
Los dos equipos formados:
EQUIPO ROSA: Paco Romero, Adrián Romero, Jordi Ranz, Jordi Ranz Jr., David y Andrés.
EQUIPO AZUL: Kike, Pepe, Paco Villar, Sergio Marín, Javi y Juli.
sábado, 29 de junio de 2019
lunes, 17 de junio de 2019
Guille, el amo de la Bombonera.
Ante todo pediros perdón por no escribir esta
crónica en el día correspondiente y hacerlo 10 días después. En mi descargo
diré que quizás he sido contagiado de la pasa de desidia del grupo que
lamentablemente nos azota desde hace un par de años.
Esta semana hemos contado con el mínimo para poder
jugar en condiciones nuestro partido: 12 jugadores.
La parte positiva fueron los retornos de Pedro
Piedra ausente en la Bombonera desde el Torneo de hace 2 años (1 julio 2017),
Xavi Pont ausente desde la jornada 4 de esta temporada (5 octubre 2018) y Jordi
Ranz que no pisaba nuestra pista desde la jornada 13 (15 de marzo de 2019).
Para compensar el abandono al que nos tenía sometido al menos Xavi nos trajo a
su hijo Guille que con 14 añitos debutó en nuestro santuario particular.
Los equipos quedaron formados de la siguiente
manera:
EQUIPO
ROSA: Xavi Pont, Guille Pont, Paco Romero, Raúl Marín, Sergio Marín y Jordi
Ranz.
EQUIPO
AZUL: Pepe, Bernat, Carlos, Pedro Piedra, José Mª y Juli.
Los primeros compases fueron de bastante dominio
azul sobre todo por la fuerza de ataque de Pedro Piedra bien secundado por
Bernat. Pepe nos ha demostrado también que además de ser uno de los mejores
centrales que ha pisado nunca la Bombonera puede sumarse con mucho peligro al
ataque. El equipo rosa con Xavi Pont capitaneando al equipo tenía dificultades
para llegar con peligro pese a los esfuerzos de los hermanos Marín. Pero cuando
ya todo parecía sentenciado apareció Guille. El niño se arrancó por bulerías,
chicuelinas y toda clase de suertes haciendo que los azules tuviéramos una
auténtica pesadilla. El chico buscaba a su padre…y lo encontraba. El padre le
daba balones envenenados y al muchacho no le tembló el pulso. Marcó, dribló y dio
un montón de asistencias. Burló las férreas defensas azulonas y hasta alguno
superado en el esfuerzo titánico por detenerlo hizo alguna mención a la señora
mamá del portento aunque siempre en términos absolutamente cariñosos y dentro
del fair-play habitual en nuestro reducto de los viernes. Todo un señor
partidazo en una temporada con los biorritmos de los Diablos por los suelos.
La hora del Fimons vino marcada por una masiva
asistencia (10). Se nos unió a la fiesta Manel al poco de entrar en el local.
En esta ocasión el triunfador de la noche fue el bocadillo de salsichas pedido
por un 75 % de los asistentes. Hubo cervezas para todos excepto para Guille que
tomó un refresco (no queremos que el chico vaya aprendiendo cosas malas). La
bebida fue sufragada en su integridad por Jordi Ranz que quiso así celebrar su
reciente cumpleaños. Hubo charla animada hasta una hora bastante avanzada en la
que se hizo prudente buscar una retirada honrosa y abandonar la posición tomada
con muchísimo esfuerzo.
Hasta pronto amigos.
jueves, 6 de junio de 2019
¡Por fín!
“Erase una vez…”. Empezar por un cuento o una realidad
distorsionada por el paso del tiempo quizás no es la mejor manera de empezar
una crónica semanal. ¿Somos los mismos que hace 27 años? ¿Hemos triunfado como
grupo y hemos muerto de éxito? En mis caminatas domingueras con nuestro “Capi”
Pepe no recuerdo en las largas charlas sobre el pasado, presente y futuro de
los Diablos Rojos, haberle hecho la comparación con el “Club de los Poetas
Muertos” pero en esos rodales van mis pensamientos. La verdad es que mi
carácter ha evolucionado a un pesimismo enfermizo frente a una ilusión renovada
y a prueba de choque de mi buen amigo Pepe. No son pocas las veces que he
tenido que pedirle disculpas por mi manera negativa de analizar o comentar sus
proyectos de futuro. Quizás por todo ello hace ahora un año le pedí el relevo a
mi amigo. Pensamientos positivos, optimismo, ganas de hacer las cosas, lucha
contra la pertinaz desidia grupal…gracias Pepe por ser como eres.
Y después de este poquito de autoanálisis deciros que este
pasado viernes hemos contado con la presencia de 12 Diablos Rojos y lo que es
más fuerte todavía: Se ha podido jugar.
El último partido jugado fue hace exactamente 2 meses. Este
ha sido nuestro partido 16 de la temporada y para que podáis comparar un
poquito en la temporada 2014-15 en la misma fecha ya habíamos jugado 26
partidos y si nos remontamos a la de
2010-11 la friolera de 31 partidos en el mismo espacio de tiempo. ¿Alucinante
verdad?
Después de 2 meses en “dique seco” nos saludamos en la
entrada como si no nos viéramos desde el verano del 72. La puntualidad esa
asignatura suspendida ya para siempre sin posibilidad alguna de recuperación.
En el rondo central y antes de empezar guardamos un minuto de silencio por el
reciente fallecimiento de los padres de nuestros compañeros Pepe Martínez y
Jordi Verge.
Se formaron con las indicaciones del “Capi” los siguientes
equipos:
EQUIPO FUCSIA: Sergio
Bandeira, Raúl, Paco Romero, Adrià Romero, Bernat y Jordi Jr.
EQUIPO AZUL: Pepe,
Paco Villar, José Mª, Javier, Peter y Juli.
Gran partido, dándolo todo o casi todo la mayoría. Sin duda
el MVP del partido Pepe Martínez que estuvo colosal (un pajarito me ha soplado
que iba dopado de ibuprofeno), de los mejores partidos que le he visto y que
son muchos. Los jovencillos, Adrià y Jordi Jr., haciendo diabluras con el
personal. Javier olvidándose de su débil espalda, Paco Romero estrenando la década
de los sesenta al igual que José Mª. Peter pletórico y sobrado. Haremos como
algún antiguo maestro que en su generosidad y grandeza de espíritu junto con
unos buenos sentimientos otorgaban un aprobado general a todos los alumnos de
la clase.
El Fimons, nuestro último reducto, nos amparó a 6 de
nosotros. En esta ocasión no pudo acompañarnos Enric. Tomate a gogó,
boquerones, olivas, chips, plato de embutido, deliciosos torreznos (barritas
energéticas) todo ello acompañado de abundante bebida isotónica hicieron que
junto con la agradable conversación el reloj diera varias vueltas y nos vimos
enfrentados a la tesitura de quedarnos a dormir en el local o rendirnos ante la
evidencia que lo más propio sería una retirada ordenada y a tiempo.
Me da miedo despedirme con el clásico “Hasta la próxima”. Os
esperamos a todos en la próxima Noche Mágica de los Viernes. Hasta pronto
amigos.
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