lunes, 17 de junio de 2019

Guille, el amo de la Bombonera.



Ante todo pediros perdón por no escribir esta crónica en el día correspondiente y hacerlo 10 días después. En mi descargo diré que quizás he sido contagiado de la pasa de desidia del grupo que lamentablemente nos azota desde hace un par de años.

Esta semana hemos contado con el mínimo para poder jugar en condiciones nuestro partido: 12 jugadores.

La parte positiva fueron los retornos de Pedro Piedra ausente en la Bombonera desde el Torneo de hace 2 años (1 julio 2017), Xavi Pont ausente desde la jornada 4 de esta temporada (5 octubre 2018) y Jordi Ranz que no pisaba nuestra pista desde la jornada 13 (15 de marzo de 2019). Para compensar el abandono al que nos tenía sometido al menos Xavi nos trajo a su hijo Guille que con 14 añitos debutó en nuestro santuario particular.

Los equipos quedaron formados de la siguiente manera:

EQUIPO ROSA: Xavi Pont, Guille Pont, Paco Romero, Raúl Marín, Sergio Marín y Jordi Ranz.

EQUIPO AZUL: Pepe, Bernat, Carlos, Pedro Piedra, José Mª y Juli.

Los primeros compases fueron de bastante dominio azul sobre todo por la fuerza de ataque de Pedro Piedra bien secundado por Bernat. Pepe nos ha demostrado también que además de ser uno de los mejores centrales que ha pisado nunca la Bombonera puede sumarse con mucho peligro al ataque. El equipo rosa con Xavi Pont capitaneando al equipo tenía dificultades para llegar con peligro pese a los esfuerzos de los hermanos Marín. Pero cuando ya todo parecía sentenciado apareció Guille. El niño se arrancó por bulerías, chicuelinas y toda clase de suertes haciendo que los azules tuviéramos una auténtica pesadilla. El chico buscaba a su padre…y lo encontraba. El padre le daba balones envenenados y al muchacho no le tembló el pulso. Marcó, dribló y dio un montón de asistencias. Burló las férreas defensas azulonas y hasta alguno superado en el esfuerzo titánico por detenerlo hizo alguna mención a la señora mamá del portento aunque siempre en términos absolutamente cariñosos y dentro del fair-play habitual en nuestro reducto de los viernes. Todo un señor partidazo en una temporada con los biorritmos de los Diablos por los suelos.

La hora del Fimons vino marcada por una masiva asistencia (10). Se nos unió a la fiesta Manel al poco de entrar en el local. En esta ocasión el triunfador de la noche fue el bocadillo de salsichas pedido por un 75 % de los asistentes. Hubo cervezas para todos excepto para Guille que tomó un refresco (no queremos que el chico vaya aprendiendo cosas malas). La bebida fue sufragada en su integridad por Jordi Ranz que quiso así celebrar su reciente cumpleaños. Hubo charla animada hasta una hora bastante avanzada en la que se hizo prudente buscar una retirada honrosa y abandonar la posición tomada con muchísimo esfuerzo.

Hasta pronto amigos.

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