La máquina de la verdad.

El 90% de todos nosotros tenemos un pánico atroz en estas fechas a pasar por la “máquina de la verdad”, si amigos…la tan temida balanza. La balanza no miente y registra con toda fiabilidad todos los desmanes que le hacemos a nuestro “body”.
Atrás quedan las inevitables cenas de empresa, comidas familiares, sobremesas interminables de más de 6 horas, desayunos de montaña, etc. Etc. Por nuestras bocas han desfilado sin parar gambas, gambones, gambitas, carabineros, bogavantes, cochinillos, los canalones de la yaya y también los inevitables turrones, peladillas, polvorones y un sinfín de guarrerías sin identificar, sin tener en cuenta la parte liquida: chupitos de todas clases, wiskises de lo más variado, rebuscados cubatas y toda clase de elixires. Algunos se han atrevido incluso con los puros de más de 20 centímetros “churrimangados” al cuñado. Y eso no es todo porque a los “trasnoches” con amaneceres incluidos hay que añadirles las siestas “con orinal”, es decir con media parte como en el fútbol. Además en la mayoría de los casos no hemos hecho ni un kilómetro andando en el último mes (no vale las veces que la parienta nos ha llevado obligados al “Kurrufú” y al J-P, H y M, ó como demonios se llame esa infame tienda llena de trapos por todos lados).

Se acabó, todos nos prometimos en la noche de fin de año acabar con todo eso. Ahora toca la tan temida penitencia. Bueno y a esto quería yo llegar. Este viernes empezamos de nuevo nuestra “Champions” que tantas noches de gloria nos ha dado. No pasaremos vergüenza porque la mayoría estaremos igual. Supongo que todos tenemos unas ganas locas de volver a la “Bombonera” y ni la nieve, ni el frío, ni nada nos va a detener.
Os espero a todos el viernes a las 10 para empezar el 2009 que espero sea un gran año para todos.