Definitivo: No más chupitos sorpresa.

Corriendo a toda prisa por los andenes del Metro, luego subida de los escalones de dos en dos, ya no podía más estaba exhausto, me daban alcance en cualquier momento. Seguía corriendo, me giré para ver si la distancia acortaba…no podía ser…cada vez más cerca. Eran unos 150 hombres corriendo detrás de nosotros…no había escapatoria posible. A unos 5 metros por delante Joaquín me gritaba que no parara, que siguiera corriendo. Era inevitable…
Me desperté envuelto en sudor, la pesadilla parecía real, poco a poco recuperé la calma e intenté conciliar nuevamente el sueño.
Todo había empezado unas horas antes. Habíamos estado con nuestras parejas en “La Paradeta” de Sagrada Familia y habíamos aprovechado la nueva estación de Metro para desplazarnos de esa manera la noche del sábado. A una suculenta cena a base de pescado (lugar recomendado por los Diablos Rojos) le siguió una copa en el Pub Irlandés “Michael Collins” muy cerca del restaurante.
Empezamos por unos Macallan que Joaquín y yo nos zampamos en un momento. Empezó una actuación en directo a cargo de Frank&Toni dedicado a la música Country. Las canciones se sucedían sin piedad: “Jambalaya” ”King Of The Road” “La luna azul de Kentuky” etc. ..El local ya a tope, el ambiente excelente. El calor, el buen ambiente, la compañía de buenos amigos y por supuesto los traguitos de Macallan empezaban a hacer sus efectos. Llegó el momento del último chupito, este por cuenta de la casa, de un extraño brebaje parecido a un whisky dulce.
Con mucha pena dejamos el local rumbo al Metro y allí Joaquín y yo nos quedamos de piedra…
Al abrir el vagón del metro aparecieron ante nuestros ojos 3 vagones completos de hombres que se dirigían a una Matinee Gay en el Olimpic de Badalona.
Como consejo de un buen Diablo Rojo os digo que no aceptéis nunca extraños chupitos porque pueden hacer que la realidad se convierta en una pesadilla.
Hasta pronto amigos.