sábado, 20 de febrero de 2010

Por las viejas tradiciones.



Si a los primeros Diablos Rojos les decimos lo que pasó anoche no nos creerían. Vergonzoso amigos, vergonzoso de verdad…Recuerdo aquellos tiempos cuándo un viernes llovía y no podíamos ir a la Bombonera a jugar se aplicaba el Plan B. El Plan B , básicamente consiste en cenar tranquilamente, ponerse hasta arriba de cervezas , contar chistes y chascarrillos, despellejar a los ausentes y en definitiva…desestresarse. Recuerdo que solían venir más gente que cuándo se jugaba. ¿Cuántos Diablos Rojos vinieron anoche? …3.
Solo 3 veteranos Diablos Rojos, miembros del poderoso grupo de “Cierrabares” cumplimos con el viejo ritual: Peter, José Mª y un servidor. ¿Y los otros 38 Diablos Rojos? Pues en casita, recogiditos, con la mantita puesta y viendo el Salsa Rosa.
En una noche con lluvia espectacular nos fuimos los 3 mosqueteros rumbo al Pipa-5. Allí nuestro buen amigo Luis, la supercocinera Lourdes y María nos hicieron pasar un buen momento. Por nuestras bocas pasaron sin compasión unos extraordinarios calçots, las tradicionales alcachofas, unos champiñones y unos fabulosos solomillos. Las cervezas circulaban con rapidez. El local lleno de gente. Llegó la hora de los cafés, nos fumamos unos puritos, nos bebimos unos chupitos de orujo (agua de fuego) y brindamos por todos sin excepción jurando que nunca traicionaríamos el viejo legado de los Diablos Rojos.
Ya harto de nosotros a una hora avanzada el dueño del local quería acostarse y nos rogó amablemente que nos fuéramos. La cordura nos impidió ir a bañarnos al Pont del Petroli y pusimos rumbo a Cocheras en una noche infernal como nos gusta a los auténticos Diablos Rojos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sois los auténticos diablos. De vez en cuando, hay que marcar jerarquía.
Chapeau.