Con lo que hemos sido...

Estaba allí pero mi pensamiento estaba lejos, muy lejos. Eran poco más de las 10 y media de ayer por la noche. Yo fiel como siempre a mi cita de los viernes en la Bombonera, con el balón y las llaves del cole había llegado poco antes de las 10 (a pesar de mi lesión que espero sea reparada en breve). Unos pocos de nosotros se acercaron a Dos de Mayo, solo la “vieja guardia”, los de verdad, los auténticos “Diablos Rojos”, no habíamos conseguido llegar a hacer “quórum” para el partidito, solo 7 en disposición de jugar. Decisión final: Ir a cenar.
Allí estaba en el Winapi, pronto, muy pronto y como he dicho con mi pensamiento en recuerdos lejanos. Recordaba aquellos días cuándo hace unos 10 años empecé en el fútbol y no cabíamos en la Bombonera, algunas veces éramos hasta 20 y nunca se dejó de jugar un solo viernes. Recuerdo la ilusión con la que entrábamos en el vestuario, a veces a las 9 y media y como el Hno. José Antonio nos mandaba a todos a casa a las 12 pasadas porque sino hubiéramos visto allí los primeros rayos de sol. Recordaba aquel día de invierno en que la temperatura era justo de cero grados (madre mía que frío) y como , algunos con 3 camisetas, corrimos todos como galgos. Recuerdos entremezclados de fútbol, risas, compañerismo, amistad…A mi lado, Aurelio (recuperándose del brazo), enfrente de mí Enric que nunca nos falla y a mi lado el gran Sergio, grande en tamaño y en buena persona, un poquito más allá el Presi, en su especial libertad condicional, Antonio (el gran entusiasta), José María (contagiándonos unas risas a costa del tántrico), Joaquín (el amigo de todos), Paco (el verdadero motor de Los Diablos Rojos)…todos unidos entorno a unas suculentas judías con butifarra y un poco de ensalada (para disimular) que nos había preparado nuestro buen amigo Manolo. Todos tan diferentes pero a la vez especiales, como una vez comentábamos con nuestro buen amigo Fernando (ayer te encontramos a faltar): eso es lo que hace grande el fútbol de los viernes.
Os juro que es verdad, los lunes por la mañana cuándo voy al trabajo pienso que sólo faltan 4 días para la noche del viernes.
Había en el ambiente un pesar por no jugar el partidito y todos los presentes intercambiábamos ideas para solucionar lo de la asistencia.
Como a mí ya me va el rollo este de escribir la croniquilla, si no hay fútbol los viernes cambiaré el blog de los Diablos Rojos por uno de vivencias personales, música, poesía o lo que se me ocurra en ese momento.
Estoy decepcionado amigos, muy decepcionado, ya sé que alguno de vosotros está con lesiones o parecidos (Aurelio, gracias por venir a tomar una cervecita con nosotros) y que siempre está aquello de…”El hombre propone, Dios dispone y la mujer descompone” (perdonadme todas las parientas y contrarias), pero…la gente viene menos.
Bueno no os castigo más con mis discursos. Os pido que si podéis los viernes por la noche vengáis a la Bombonera a pegar unos balonazos y compartir unos momentos juntos.