viernes, 1 de noviembre de 2019

Oliver y Benji.



Partidazo el disputado en la 7ª Jornada de la temporada. El número de asistentes acorde con los momentos actuales: 13.


No tuvimos ocasión de aumentar el número de Diablos Rojos que de momento han jugado un mínimo de un partido esta temporada, se queda la cifra en 26.


El Capi dispuso que los equipos quedaran formados de la siguiente manera:


EQUIPO LILA: Paco Romero, Isidro, Jordi Ranz, Xavi Pont, Sergio y Bernat (6)


EQUIPO ROSA: Pepe, José Mª, Paco Villar, Paco Romero Jr., Kike, Guille y Juli (7).


Antes de empezar el partido y en el rondo central se guardó un minuto de silencio para recordar el fallecimiento de la madre de nuestro Diablo Rojo Javi Gallego. Que en Paz Descanse.


Hay veces que el resultado se equilibra a lo largo de la noche pero en esta ocasión esto fue del todo imposible. La fuerza del equipo “rosa” frente a los “lila” fue tal que pasados bastantes minutos se intentó volver equilibrar los equipos pasando Paco Villar a jugar con los “lila”. No sirvió para mucho. Y todo tiene una explicación: Guille Pont.


Antes de hablar maravillas de Guille, hablaremos de Generosidad. Y casi que me quedo con este detalle de toda la jornada. Generosidad de Kike que acostumbrado a llevar las riendas del equipo, se desplazó a la banda para darle la oportunidad a nuestra nueva estrella de mostrar su valía. Pocas personas como Kike han comprendido desde hace años el gran mensaje de los Diablos Rojos, su auténtica filosofía, donde lo importante no es el egoísmo, el ganar, el sentirse superior a los demás, el lucimiento propio. Gracias Kike por ser un ejemplo para todos nosotros.


Y ahora sí. Guille Pont. El hijo de Xavi Pont se doctoró en la Bombonera. Era el tercer partido en la Bombonera del muchacho. Hasta ahora y muy hábilmente nuestro Capi había dispuesto que jugara siempre junto a su padre- digamos que para no romper familias- y allí estaba nuestra ventaja, controlábamos al padre y le cortábamos el suministro al hijo. En esta jornada se planeó separarlos –los hay que no tienen corazón- y allí fue el bautismo de fuego de Guille. Lo hacía todo y además muy bien, hacia una presión asfixiante arriba, recuperaba balones perdidos, interceptaba pases, dirigía al equipo, repartía juego, regateaba a los contrarios una sola vez (no 3 ó 4 como hay algunos casos en la Bombonera), buscaba lo fácil y lo difícil parecía un juego de niños, por las bandas solo tenían que aparecer de vez en cuando Kike y Paco Romero Jr para acabar de desequilibrar el encuentro y marcó un montón de goles. Por si todo esto no fuera suficiente José Mª hizo un recital de portero de los que se recuerdan y si ya añadimos que Pepe nuestro “Capi” tuvo una de las mejores jornadas que registran en estas crónicas  y que en muchos momentos nos recordó los vuelos defensivos de Puyol o “Tarzán” Migueli, pues queda todo explicado. En un balón alto Pepenbauer se levantó del suelo- yo creo que levitó- como no recordaba haberlo visto a nadie dejando la cintura a la altura de las cabezas de los demás jugadores. Fue tal el impulso que el posterior aterrizaje lo efectuó casi tocando la portería propia con un extraordinario vuelo que me recordó los dibujos animados de Oliver y Benji.


Luego vino la hora del Fimons, con el tomate del Salva (no sabíamos que toda la huerta de El Ejido era suya), unos boquerones como es habitual y un poquito de pica-pica que hizo las delicias de todos los presentes. Agradable conversación que nos llevó a superar ampliamente el tiempo de descuento que nos toleran habitualmente.


Y eso fue todo amigos. Hasta la próxima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una cronica sensacional, te superas literariamente hablando, día a día ...
Qué descripción sobre la generosidad de Kike ...
Qué narración acerca de las diabluras que nos hizo Guillem Pont ...
Pero, pero, lo de mi levitación ha sido IMPRESIONANTE ...
Solo por leer tus crónicas merece la pena ir a la bombonera todos los Viernes.
Muchas gracias Juli !!!