Cuatro gotas fueron suficientes para fastidiarlo todo. La
convocatoria estaba siendo un éxito hasta el punto de que ya habían dado su
aprobación un total de 24 Diablos Rojos, pero una nube miserable dio al traste
con nuestra ilusión. Nos habíamos enterado entre otras cosas que Bernat estaba
luchando con una pertinaz gripe, que Iván hacía lo propio con una incómoda
gastroenteritis y que José Mª se quedaba
en casa por orden de la superioridad. Tato sigue en hibernación y mucho nos
tememos que hasta el deshielo no aparezca por la Bombonera. Pero si hay que
destacar un caso sobre los demás fue el de Pedro Piedra que ayudado por Manolo
regresó a casa desde Els Monjos con la ilusión de jugar el partido, decirle que
habíamos suspendido el partido fue lo más duro de la jornada. Se había apuntado
a la cita hasta Figuerola (esperamos contar con él siempre), Raúl recuperado de
su lesión, Isidro, Kike, Jordi Jr., Pepe, Paco Villar etc. etc.
Como es habitual en estos casos, y lo repito sobre todo por
los nuevos fichajes, se puso en marcha el dispositivo denominado “Plan B”. En esta ocasión solo quedamos 4
Diablos Rojos para intentar acabar la jornada lo más dignamente posible. En
esta ocasión visitamos la Pizzeria de Bruno (local recomendado por los Diablos
Rojos) que está situada en Vilassar de Dalt. Como en ocasiones anteriores Bruno
a pesar de ser una hora ya avanzada nos esperó para hacernos sus ya
“míticas”pizzas que devoramos y saboreamos en medio de una distendida charla
que en esta ocasión no contó con la presencia del Doctor Peter, por lo que nos
quedamos sin chistes y chascarrillos.
Aunque lo pasé bien la noche del viernes, personalmente
prefiero jugar el partido y luego cenar alguna cosilla en el Vinapi, pero sobre
todo me gusta estar con todos mis amigos los DIABLOS ROJOS. Suena de fondo la
canción de Joe Cocker “Don’t Let Me Be Lonely” (No me dejes estar solo)…gracias
Toni.
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