domingo, 21 de noviembre de 2010

En casa con la mantita o la "Alternativa" correcta.


Hoy estoy triste amigos. Triste y decepcionado. Estuve toda la tarde del viernes pendiente de la dichosa lluvia, incluso sobre las 9 y cuarto de la noche me acerque a la Bombonera para analizar si se podía jugar o no. El suelo totalmente encharcado, muy peligroso para jugar al fútbol, así que creo que tomé la decisión correcta: Partido Suspendido.
Triste por no poder jugar y decepcionado por no saber transmitir el auténtico legado de los Diablos Rojos.
Los Diablos Rojos es algo más que un grupo de unos 50 amigos que se reúnen los viernes para jugar al fútbol. Recuerdo con añoro aquellos años en que la “vieja guardia” se reunía a pesar de que lloviese, nevara o hiciera un frio siberiano. El juramento de los Diablos Rojos implicaba que la “Noche Mágica de los Viernes” era nuestra y solo nuestra, nada de quedarse en casa viendo la tele envuelto en una mantita. ¿Qué mejor que reunirse un viernes noche para llorar juntos por no poder jugar por la lluvia? Una estrella (ó dos) y la noche Mágica de los Viernes por delante. Podríamos preguntar a Manolo, Antonio, Joaquín, Paco Villar, Enric “El Presi” y a muchísimos más por esas noches de lluvia…todo menos quedarse en casa con la “mantita”.
Me siento especialmente orgulloso de que en la noche de este viernes 3 auténticos Diablos Rojos me acompañaran en noche tan nefasta. No me podía fallar mi cuñado José Mª, ni Tato (grandioso) y por supuesto “Doctor” Peter (Corea, Vietnam, El Golfo, Nicaragua, etc. Etc.).
La verdad es que todo empezó cuando me llamó Tato para ver donde estaba. Llamé a José Mª que no dudó ni un segundo, pero no conseguía hablar con Peter.
Los tres pusimos rumbo a la “Bota de Aragón” donde Cesar “ex marista” nos sirvió unas bravitas, un pulpito a la gallega, unas alcachofitas, unos ricos pimientos de padrón y unas excelentes croquetas que prepara divinamente la madre de Cesar. Todo ello como es lógico regado con sus correspondientes cervecitas. Charlando tranquilamente de las cosas habituales pasamos unas dos horas en un buen ambiente. Ya pasada la medianoche y cuándo ya abandonábamos el local apareció Peter que al final consiguió encontrarnos.


La última copa ya con Peter incorporado fue en Sant Adriá en un bar llamado “Alternativa” (si os portáis bien os llevaré un día). El nombre del Bar en cuestión define perfectamente la situación en ese día. El “Doctor” nos contó un montón de anécdotas divertidas de su nuevo trabajo. A una hora prudente nos retiramos a “Cocheras”.
Lamentar que al final solo fuéramos 4 en la “Noche Mágica de los Viernes”. A ver si el viernes que viene tenemos más suerte y podemos jugar el partidito en el que seguro seremos muchos más que cuatro.
Se confirma la fecha del viernes 10 de Diciembre para la tradicional cena de Navidad de los Diablos Rojos.

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