Un éxito de asistencia en la 9ª Jornada de esta
temporada. Un total de 18 Diablos Rojos decidieron que era un buen día para
pasarse por la Bombonera y que conste que hacía un frío típico de la salida
Norte de Ponferrada en la AP6 por estas fechas, lo que hace que el mérito sea
doble. Hay que reconocer a nuestra Capi sus esfuerzos por intentar levantar las
estadísticas de asistencia aunque el truco sea a base de incorporar a varios
sub-16 en las convocatorias. La Masía de la Bombonera está funcionando y con ello
está salvando el Fútbol de los Viernes tocado por el virus de la desidia que
nos está afectando duramente como colectivo. Se disputó un gran triangular que
la Bombonera no presenciaba desde la Jornada 7ª de la temporada pasada (18
enero). Con la vuelta de Andrés ausente desde el Torneo de la temporada pasada
y el debut de Pau Martínez hijo de nuestro Capi, la suma total de Diablos Rojos
que al menos han jugado una vez esta temporada se eleva a 31; recordemos que en
la temporada 2016-17 el número se elevó a 58, en el 2017-18 pasó a 43 y la
temporada anterior se alcanzó la cifra de 41. Hay territorio por recorrer y
desde aquí quiero animar a todos los Diablos Rojos a jugar como mínimo ese
partido en la Bombonera, es importante para nuestro futuro como grupo.
Nuestro “Capi” Pepe dispuso los equipos de la
siguiente manera:
EQUIPO A: Kike, Pepe, Paco Villar, Eric, Pau
Martinez y Juli.
EQUIPO B: Toni, Sergio, Paco Romero, Paco Romero
Jr., Guillem Pont y Pol Casacuberta.
EQUIPO C: Xavi Pont, Casacuberta, Andrés, Jordi
Ranz, Raúl y Jordi Ranz Jr.
Descansó primeramente el equipo C.
Si bien en los primeros partidos se impuso
claramente el equipo B que contaba con más juventud, conforme fue avanzando la
noche el equilibrio se hizo más patente. Destacaría en el equipo A la entrega
total de Eric y Pau junto a una buena defensa del resto del equipo. En el B
destacó sobre los demás Guille junto con la maestría de Toni y Paco Romero y en
el equipo C la buena labor de Andrés y Xavi Pont. Buenas sensaciones y buenos
partidos.
El tercer tiempo, como le gusta decir a Pepe, sin
contratiempos en el Fimons de nuestros amores juntando a 6 de nosotros. Tomate
a discreción y hasta unos ricos champiñones que hicieron las delicias de los
presentes.
A una hora ya avanzada retrocedimos en territorio ya
conquistado permitiendo a nuestros anfitriones cerrar el local para un merecido
descanso.
Las leyes de la Física raramente son refutadas. Una
de ellas es que si dos “cuerpos” colisionan con masas diferentes, el cuerpo más
pequeño sale repelido con una fuerza que será directamente proporcional a la
diferencia entre dichas masas. Para que me entendáis esta rara introducción os
lo explicaré mejor relatando lo que sucedió. Por un lado tenemos una “gacela”
de 15 añitos con un cuerpo todavía por hacer, con una habilidad y rapidez fuera
de toda duda, nos referimos a Guille Pont. Por otro lado tenemos a Paco Romero “La
Segadora” veterano Diablo Rojo con un cuerpo y unas carnes prietas
acostumbradas a los impactos. Ya tenemos a los protagonistas y ahora
describimos el entorno. La superioridad técnica del muchacho ya hizo decantar
la semana anterior el resultado del encuentro a favor de los que tuvimos la
suerte de ser sus compañeros de equipo. La jornada empezó siguiendo la tónica
de la semana anterior pero Paco Romero se aplicó en ponerle las cosas un
poquito más difíciles al chico. En muchas ocasiones Guille se encontró con ese
muro infranqueable e inevitablemente y por desgracia se topó en un par de
ocasiones con la pierna de Paco. El muchacho se hizo daño en ambas aunque el
propio Paco, como buen fisio que es, se ocupó de él con sus esmerados cuidados
auxiliado por Paco Romero Jr. Fueron dos
lances desafortunados del partido que nos tuvieron un buen rato parados. Ni que
decir tiene que Paco queda eximido completamente de los hechos porque no tuvo,
por supuesto, ninguna intencionalidad de hacer ningún daño al chico. Guille
acabó la jornada dolorido pero se fue a su casa por su propio pie.
La Jornada fue la 8ª de la temporada y registró una
asistencia de 15 Diablos Rojos. Como curiosidad añadir que se estrenaron en
esta ocasión Casacuberta, su hijo Pol y Jordi Ranz Jr. Con estas 3 asistencias
el número total de Diablos Rojos que como mínimo han jugado esta temporada una
vez se eleva ya a 29. Vamos por el buen camino pero aún hay mucha tarea por
delante.
Los equipos quedaron formados de la siguiente
manera:
EQUIPO ROSA: Paco Romero, Jordi Ranz, Xavi Pont, Sergio,
Bernat, Jordi Ranz Jr., Casacuberta y Pol Casacuberta.
EQUIPO LILA: Pepe, Paco Romero Jr., Kike, Guille,
Peter, Eric y Juli.
Partido jugado con intensidad teniendo como
principales protagonistas a los “niños” Guille, Jordi y Pol. Destacaría en esta
ocasión las buenas actuaciones de Xavi Pont y sobre todo de Bernat por un lado
y a Guille y Kike por el otro. Gran encuentro defensivo de Paco Romero y Pepe.
El remate final de fiesta en el Fimons reunió en
esta ocasión solamente a 4 Diablos Rojos.
Y eso fue, brevemente, lo que aconteció este último
viernes.
Partidazo el disputado en la 7ª Jornada de la
temporada. El número de asistentes acorde con los momentos actuales: 13.
No tuvimos ocasión de aumentar el número de Diablos
Rojos que de momento han jugado un mínimo de un partido esta temporada, se
queda la cifra en 26.
El Capi dispuso que los equipos quedaran formados de
la siguiente manera:
EQUIPO LILA: Paco Romero, Isidro, Jordi Ranz, Xavi
Pont, Sergio y Bernat (6)
EQUIPO ROSA: Pepe, José Mª, Paco Villar, Paco Romero
Jr., Kike, Guille y Juli (7).
Antes de empezar el partido y en el rondo central se
guardó un minuto de silencio para recordar el fallecimiento de la madre de
nuestro Diablo Rojo Javi Gallego. Que en Paz Descanse.
Hay veces que el resultado se equilibra a lo largo
de la noche pero en esta ocasión esto fue del todo imposible. La fuerza del
equipo “rosa” frente a los “lila” fue tal que pasados bastantes minutos se
intentó volver equilibrar los equipos pasando Paco Villar a jugar con los
“lila”. No sirvió para mucho. Y todo tiene una explicación: Guille Pont.
Antes de hablar maravillas de Guille, hablaremos de
Generosidad. Y casi que me quedo con este detalle de toda la jornada.
Generosidad de Kike que acostumbrado a llevar las riendas del equipo, se
desplazó a la banda para darle la oportunidad a nuestra nueva estrella de
mostrar su valía. Pocas personas como Kike han comprendido desde hace años el
gran mensaje de los Diablos Rojos, su auténtica filosofía, donde lo importante
no es el egoísmo, el ganar, el sentirse superior a los demás, el lucimiento
propio. Gracias Kike por ser un ejemplo para todos nosotros.
Y ahora sí. Guille Pont. El hijo de Xavi Pont se
doctoró en la Bombonera. Era el tercer partido en la Bombonera del muchacho.
Hasta ahora y muy hábilmente nuestro Capi había dispuesto que jugara siempre
junto a su padre- digamos que para no romper familias- y allí estaba nuestra
ventaja, controlábamos al padre y le cortábamos el suministro al hijo. En esta
jornada se planeó separarlos –los hay que no tienen corazón- y allí fue el
bautismo de fuego de Guille. Lo hacía todo y además muy bien, hacia una presión
asfixiante arriba, recuperaba balones perdidos, interceptaba pases, dirigía al
equipo, repartía juego, regateaba a los contrarios una sola vez (no 3 ó 4 como
hay algunos casos en la Bombonera), buscaba lo fácil y lo difícil parecía un
juego de niños, por las bandas solo tenían que aparecer de vez en cuando Kike y
Paco Romero Jr para acabar de desequilibrar el encuentro y marcó un montón de
goles. Por si todo esto no fuera suficiente José Mª hizo un recital de portero
de los que se recuerdan y si ya añadimos que Pepe nuestro “Capi” tuvo una de
las mejores jornadas que registran en estas crónicas y que en muchos momentos nos recordó los
vuelos defensivos de Puyol o “Tarzán” Migueli, pues queda todo explicado. En un
balón alto Pepenbauer se levantó del suelo- yo creo que levitó- como no
recordaba haberlo visto a nadie dejando la cintura a la altura de las cabezas
de los demás jugadores. Fue tal el impulso que el posterior aterrizaje lo
efectuó casi tocando la portería propia con un extraordinario vuelo que me
recordó los dibujos animados de Oliver y Benji.
Luego vino la hora del Fimons, con el tomate del
Salva (no sabíamos que toda la huerta de El Ejido era suya), unos boquerones
como es habitual y un poquito de pica-pica que hizo las delicias de todos los
presentes. Agradable conversación que nos llevó a superar ampliamente el tiempo
de descuento que nos toleran habitualmente.