El misterio de las dos botellas.

Está feo que lo digamos, pero la cena de fin de curso de ayer por la noche fue todo un éxito de asistencia. Al final con gente juramentada, con renuncios de última hora y con agradables sorpresas nos juntamos 20 Diablos Rojos. Creo recordar que hacía ya mucho tiempo que no nos juntábamos tanta gente para una cena de estas características.
Encabeza la lista de presentes nuestro Presi, Enric, que esta vez vino acompañado por Antonio (año sabático de fútbol), Paco Villar (no recuerdo que nunca se halla perdido una), Aurelio y Kike (los dos con bermudas y chanclas), Toni, José Mª (con una cámara de fotos espectacular que no sabe muy bien como va), Joaquín que vino acompañado por su amigo Miguel (repetirá seguro), Pepe, Peter (lo vimos superpetado), Figuerola que apareció con Alex, Julián A. “Don Vito” que vino 3 cuartos de hora antes y se fue cuando faltaba más de una hora (por poco no coincidimos), Ramón (nos gusta como va viniendo últimamente), Enrique F. (esta vez sin Pedro Piedra), Sergio que estrenó GPS anoche y no tuvo problemas para aparcar, Tato y Javi (agradables sorpresas de última hora) y un servidor.
Nos encontramos muy a gusto en la cena que nos sirvió con el cariño habitual nuestro amigo Luis salvo un pequeño lío con los solomillos ¿Cómo demonios le gustaba a Kike, poco hecho o muy pasado? que al final se solucionó poniéndolos todos “poco hechos”.




Luis nos explicó lo del “Misterio de las Dos Botellas” que dejó perplejo a todo el personal. Ni el mismísimo Enric “El Presi” entiende como han desaparecido 2 botellas de “1866” en sus 3 últimas visitas al Pipa-5. Había quién especulaba incluso con una “evaporación por condensación” y la visita de madrugada de un “extraño ser parecido a un ocelote” bebedor compulsivo del preciado líquido. Amigos esto no lo aclara ni la mismísima Lisbeth Salander…





Nos reímos una vez más con chistes antiguos y nuevos chascarrillos de la mano de Peter y José Mª, sin olvidar alguna ocurrente intervención de Miguel y Antonio.
Hubo brindis con cava por “Sifo” y naturalmente por todos los Diablos Rojos.
La noche sonaba a despedida de una gran temporada con mucha asistencia. Este que os escribe ya ha solicitado a Enric que negocie un partido contra Ecuador a poder ser dentro de unas dos semanas y nos gustaría contar con todos los efectivos.
A ritmo de “Highway To Hell” marchamos 6 Diablos Rojos para adentrarnos en la oscuridad de la noche…
Los primeros rayos de sol empezaban a iluminar las calles y me seguía haciendo la promesa de no beber más. Un extraño dolor de cabeza me dejó aturdido hasta el mediodía siguiente y en mi mente el misterio de las botellas, el Ocelote Borracho y una chica con un vestido amarillo que algún día os explicaré…o no.
Hasta pronto amigos.