Si promediamos las últimas jornadas podríamos hablar
de un gran éxito el hecho de poder reunir hasta 16 Diablos Rojos para el
partido de este pasado viernes.
La noticia más relevante de esta jornada fue la
recuperación de nuestro buen amigo Josep Mª Casacuberta que había sido operado
el pasado mes de octubre. No contábamos con nuestro compañero desde la jornada
19 de la pasada temporada (27 de abril de 2018). También fue una gran noticia
volver a ver las evoluciones por la pista de nuestro buen amigo Javier forzado
a dosificar sus apariciones en la Bombonera por una maltrecha espalda que de
una manera periódica le tiene diezmado. Lo he comentado alguna vez que me
admira la ilusión por jugar de nuestro buen amigo Javier.
Se hicieron 2 equipos de la siguiente manera:
EQUIPO AZUL: Pepe, Paco Villar, Kike, Javi, José Mª,
Peter, Sergio Marín y Juli.
EQUIPO FUCSIA: Javier, Jordi Jr, Eric, Angel, Paco
Romero, Bernat, Casacuberta y Sergio Bandeira.
Lo primero que choca a primera vista fue juntar en
el mismo equipo a Jordi Jr. con Angel. Si a esto le añadimos al equipo la
juventud de Eric podría considerarse que nuestro “Capi” Pepe había creado un
monstruo capaz de devorar al que se enfrentara a ellos. Pero Pepe contaba con
el antídoto perfecto: Peter. Nuestro buen amigo se hinchó literalmente de
marcar goles y fue una auténtica pesadilla para los “Fucsia”. Cierto es que
Casacuberta jugaba con precaución y Sergio “El Pistolero” pasó su noche de
cumpleaños (55) en seco y en verdad que lo siento. Javier corriendo como un
condenado por la banda derecha y aún le recriminaban que no bajara a defender.
Eric haciendo una presión endiablada a la defensa y Bernat con muchas ocasiones
que desaprovechó. Si en los azules destacó con un sobresaliente Peter lo cierto
es que parte de su éxito se debió a Kike que comando el equipo con maestría. Buena
defensa de Paco Villar, Pepe y José Mª que mereció una tarjetita en una fuerte
entrada a Javier de la que esperamos se recupere pronto.
La fiesta acabó como es habitual en el Fimons dando
cuenta de unos fabulosos bocatas de salsichas y de chistorra, regados como es
habitual con alguna cervecita. La conversación nos llevó sin darnos cuenta a
una hora ya bastante avanzada coincidiendo con el cierre del local.
Y esto fue todo amigos lo que ocurrió en nuestra
querida Bombonera este pasado viernes. Hasta pronto.
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