viernes, 11 de diciembre de 2015

Los heroes de Morou.















 
Las aventuras, y de eso doy fe de que los Diablos Rojos podemos contar un montón, a veces ocurren sin que uno se lo proponga. El destino a veces es caprichoso y convierte un día normal en un día para recordar. Esto fue lo que nos ocurrió a 4 Diablos Rojos el pasado sábado 5 de diciembre. Habíamos quedado a una hora temprana Enric “El Presi”, Julián Aranda, Pepe Martínez y un servidor con el sano propósito de andar un poquito por el Montseny, no más de un par de horitas, siempre por senderos conocidos y con dificultad cero. Llegados a Santa Fe del Montseny, en el parking de L’Avet Blau iniciamos la andadura con una ligera lluvia que en ningún momento fue un incordio. Enric (experto conocedor de la zona) nos llevó bordeando el lago y nos encaminó hacia los “Empedrats de Morou” un bonito paseo con llamativas rocas y árboles. El camino perfecto y bastante bien señalizado ascendía hasta los 1300 metros aproximadamente. Por el camino nos fuimos tomando fotos y el ánimo era bueno más que nada porque nos esperaba un buen desayuno en el campamento base.  Llegados arriba, en vez de bajar por el mismo lado se optó por ir dando un poquito de rodeo por otro lado. Allí empezó nuestro pequeño calvario. El sendero bajaba y bajaba, las hojas de los árboles (toneladas) hacia difícil moverse con rapidez y todos nos fuimos buscando algún bastón que no impidió que sin excepción tuviéramos sonadas “culadas”. Seguiamos bajando y bajando un montón de metros, llegamos a lo que era un pequeño riachuelo que nos dio por reflexionar. Ya eran las 12 y media de la mañana y evidentemente nos habíamos perdido. Los móviles sin cobertura, sin nadie a quien preguntar, sin indicadores…había que tomar una decisión para salir de allí. Se optó por 4 votos a cero desandar lo andado (era sumamente difícil intentar seguir un sendero) con el agravante que lo que  antes era un tobogán ahora era un “8000”. Fuimos ascendiendo lentamente, con mucha dificultad y cansancio, nos equivocamos un par de veces y después de casi una hora y media más llegamos por fin a Morou. La continuación del camino no tuvo ningún secreto, pero el hecho de andar sin parar cerca de 6 horas pasó factura a nuestros cuerpos. Para “vengarnos” de tamaña afrenta decidimos cambiar el desayuno proyectado por una comida en toda regla. Ni que decir tiene que la “escudella” que nos sirvieron de primero nos hizo resucitar.

Como positivo de la jornada tuvimos el “hermanamiento” del Komando Panzeta con el Komando Bokadillet.

Llegabamos a Badalona pasadas las 7 de la tarde después de un “placido desayuno”.

Colgamos algunas de las fotos hechas por el camino (todas ellas antes de perdernos) y en el Abet Blau. Ponemos también la foto de las "uñas" que perderá nuestro Presi en los próximos días.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aventurita , aventurita ... a veces cuando estamos por algún sitio acompañados de nuestras respectivas ... y nos desorientamos o perdemos un poco, tenemos que oir el lindo consejo de " pregunta, pregunta, a esa señora que se acerca " ... y normalmente no nos da la gana, a esa le voy a preguntar ... yo encuentro el camino por mis cojones !!! pensamos.
En este caso ya me hubiera gustado encontrar a un excursionista enterao,con GPS Garmin especial para senderos de montaña por esos caminos llenos de FOLLAJE, ya nos veíamos durmiendo acurrucaditos y juntitos en alguna de las numerosas cavernas y cuevas que descubrimos por el recorrido.
Fué un día de emociones, que felizmente desembocaron en una buena comida compuesta por un primer plato caliente y un segundo potente que nos dejó totalmente satisfechos.
Los Komandos Bocadillet y Panceta sellaron la paz y se convirtieron en el Komando Escudella, al cual todos los Diablos Rojos sois invitados perpetuos.