Diablos Rojos a Montserrat 2013

"Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.ª Madre Teresa de Calcuta

Nadie se dio cuenta, estaba solo, pero yo sé porque se marchó en solitario…En el descansillo tras los escalones, se paró de repente. Miró hacia abajo y observó la espesa niebla, miró al cielo y estaba claro y luminoso, es un lugar especial…¡Va por ti Xavi!...y siguió su camino.

Todo empezó hace un par de meses cuándo nos dimos cuenta en el calendario que la Salida a Montserrat estaba programada para el 4 de mayo. Muchos de nosotros teníamos compromisos para ese día y solo lo pudieron hacer Peter, Juan y Víctor. Pusimos la fecha para otra marcha alternativa el 18 de mayo, intentamos que muchos Diablos Rojos se apuntaran al desafío pero a la hora de la verdad, las 12 de la mañana de ese día sólo teníamos a Enric “El Presi” y Antonio Álvarez para la furgoneta y para la marcha: Xavi (un excelente guía), Peter, Toni, Manolo Camas, Manolo Luengo, Pepe, Jordi Ranz y Juli.

Las previsiones de lluvia hacían temer la posibilidad de tener que abandonar la marcha en cualquier momento, pero yo creo que algo “divino” hizo que en todo el camino apenas cayeran unas pocas gotas de agua.

El primer inconveniente fue cuándo nada más salir se me rompió la mochila y tuvimos la suerte de encontrarnos a Víctor que venía despedirnos, nos dio tiempo de pasar por su casa para que me dejara una mochila de repuesto. Gracias Víctor, aunque no sé si devolvértela porque me ha traído mucha suerte.

Seguimos camino de Montcada, a  la “Oficina”, donde nos esperaba José Luis para reponernos de la primera etapa de nuestra aventura. Algunos insensatos optaron por los fabulosos “callos con garbanzos” que maldecirían unas horas después, otros optamos por un menú más “ligth” y acorde con lo que nos esperaba.

Reemprendimos la marcha con manifiesta ilusión, las bromas y chascarrillos abundaron. Un pequeño conato de lluvia por Cerdanyola y llegada a Bellaterra dentro del horario previsto. Allí en la gasolinera reposición de fuerzas tras un breve descanso de aproximadamente 15 minutos. El equipo seguía compacto y la marcha fue firme y decidida hasta las Fonts donde llegamos justo cuando las campanas repicaban las 8 de la tarde. La furgoneta que llevaban Enric y Antonio nos estaba esperando puntual para el avituallamiento. Aprovechamos para cenar algún bocadillo, reparar nuestros maltrechos pies después de los más de 30 kilómetros de marcha, aprovechar para hacer una llamada a casa, etc.

La próxima parada técnica era en el restaurant los “4 Vents” como de costumbre. La marcha hasta este punto fue firma y decida. Las linternas empezaron a funcionar y tuvimos el primer “pajarón” de la noche: Peter. En la parada que se hace en el parking del restaurant nuestro amigo no mostraba su mejor faceta y hacía presagiar un abandono inmediato, como efectivamente ocurrió a nuestra llegada a Ullastrell. Peter nos abandonaba justo en la parte que más le gusta a él: el rio. Nuestro buen amigo a parte de un más que posible “corte de digestión” acusaba la falta de descanso de la noche anterior y aunque él no lo reconozca la subida de hacía 15 días a Montserrat. Teníamos la incertidumbre de poder salir del rio sin la ayuda de Peter y nos pusimos en manos de Xavi, joven monitor con mucha experiencia en este tipo de eventos. La bajada al rio peligrosa como de costumbre, un traspié y te vas al rio de golpe a una altura de varias decenas de metros. Tengo que agradecer aquí, de un modo personal, la ayuda que recibí de Manolo, Toni y Xavi en la bajada  que evitaron en todo momento que tuviera algún percance. Al bajar al rio observamos lo que nos temíamos: el agua bajaba con bastante intensidad y aunque el nivel era razonable aconsejaron la utilización de xanclas para cruzar las frías aguas durante la travesía que duró aproximadamente una hora. La experiencia de Xavi y la buena memoria de Pepe nos llevaron sin dificultad a la salida del mismo a través de la dura rampa que lleva a la urbanización de Olesa.

A la subida del rio nos esperaba la furgoneta. Era hora de secarnos los pies y recomponernos un poquito para seguir camino al centro de Olesa donde llegamos sobre las 3 de la madrugada. El frio hizo acto de presencia y nuestra parada no podía ser de mucho tiempo. Toni tenía problemas con unas llagas en un pie y se le intentó reparar. El arranque de Olesa siempre es difícil…pero el equipo seguía adelante con buenos ánimos. Llegamos a la bifurcación con la Puda y allí Toni lo dejó. Seguimos como un kilometro adelante pero tuvimos que echar marcha atrás porque el camino de la Puda estaba impracticable por la lluvia caída en los últimos días. Deshicimos el camino y volvimos a la carretera que lleva de Olesa a Monistrol. Se decidió que Manolo marcara la marcha porque andaba con dificultad por problemas en un tobillo. Aquí hay que agradecer el esfuerzo de nuestro buen amigo que nos llevo hasta el Aeri donde llegamos sobre las 05.20. No podíamos parar a riesgo de quedarnos fríos y seguimos camino de Monistrol en lugar del camino de la Canal que se ha seguido en las últimas ocasiones. Los apenas 3 kilómetros que nos separaban del campo de fútbol de Monistrol fueron abordados con entereza pero con mucha dificultad por unas fuerzas ya muy mermadas.

Sobre las 6 de la mañana nos encontramos en el “campamento base” para iniciar la ascensión. Manolo no se vio con fuerzas para seguir, lo había dado todo en los últimos kilómetros, tanto como para ayudarnos al igual que Peter y Toni a llegar a donde habíamos llegado. Sin ellos no hubiera sido posible porque sufrieron y se entregaron por el grupo.

¿Qué más da quién llegó y quién no? Moralmente subimos los 8 arriba porque todos luchamos y los que llegaron físicamente no lo hubieran  conseguido sin la ayuda de todos los demás.

Esta Caminata no hubiera sido posible sin la gran ayuda y apoyo moral en la furgoneta de nuestro “Presi” Enric y Antonio, así como con los apoyos recibidos por sms y whatsapp de todos los Diablos Rojos recibidos durante todo el camino. Gracias a todos sin excepción.