Un misil en la Bombonera.

Otra vez con la amenaza sobre la Bombonera, cual espada de Damocles, por la a veces tan deseada lluvia. A la tercera, la vencida. El último partido se jugó el 13 de enero, es decir, hace exactamente 3 semanas. Esta semana por fin tuvimos la ocasión de poder jugar nuevamente en la jornada que hace la número 14 de esta temporada.

Con alguna traición de última hora, contamos con una asistencia de 17 Diablos Rojos, suficiente para poder hacer 3 equipos.

Queremos desear desde aquí una pronta recuperación a nuestro compañero Alex que este fin de semana ha tenido un accidente de tráfico y que como consecuencia del mismo ha tenido que ser operado del pie. Ya lo teníamos en el dique seco por los ligamentos cruzados y ahora esto. Nuestro joven amigo saldrá bien de todo ello y esperamos poder tenerle pronto con nosotros. Recibe un fuerte abrazo Alex de todo el equipo.

Los equipos quedaron formados de la siguiente manera:

Equipo A: Xavi Pont, Andrés, Aitor, Raúl y Paco Romero (5)

Equipo B: Peter, Toni, Pepe, Paco Villar, Javi y Juli (6)

Equipo C: Pedro Álvarez, Jordi Jr., Isidro, Emilio, Sergio Bandeira y Sergio Marín (6).

Descansó en primer lugar el equipo C.

Aunque el equipo A jugó con desventaja numérica, no fue obstáculo para que desplegaran todo su arsenal de buen juego. Xavi Pont, que este año parece dispuesto a ganar el Trofeo a la Regularidad, estuvo brillante en la dirección de su equipo y que contó con una defensa muy sólida compuesta por Andrés (con alguna afortunada escapada adelante) y Paco Romero. En el equipo B destacaría la sólida defensa de Toni que está atravesando un gran momento de juego, y un incisivo Peter buscando el gol sin descanso. Muy bien Javi que llevaba mucho tiempo sin venir. El equipo C estuvo comandado por Pedro Álvarez que contó con la ayuda de Jordi Jr. y Sergio Marín especialmente.

Todos tuvimos nuestras ocasiones y como única anécdota del partido decir que al saque de un córner nuestro joven amigo Jordi Jr. le pegó un balonazo al que esto escribe que estaba de portero rival que consiguió borrarme de la cabeza las tablas aritméticas por unos segundos. Prueba de que enseguida me recuperé es que recuerdo perfectamente que el pobre Jordi me llegó a dar un beso en la cabeza con lo que conseguí aliviar mi dolor.

La hora del Fimons nos reunió a 8 de nosotros que dimos cuenta de un fabuloso pica-pica y fuimos invitados (una vez más) por Enric a toda la bebida que fuimos capaces de ingerir. Hubo amena conversación que derivo en temas farmacológicos y médicos en clave de humor. Brindis por ausentes y presentes y como es normal nos recogimos a una hora prudente.

Hasta pronto amigos.