Noche solo apta para valientes. Frio mucho frio en la
Bombonera y muchas, muchísimas deserciones. El primer escollo a salvar era que
durante casi todo el día había estado lloviendo y luego avanzada la tarde se
alió con nosotros el viento que mitigó un poco la labor de achicar el agua de
los charcos.
Antes del comienzo del partido los 14 asistentes, en el
centro del campo guardamos un minuto de silencio en memoria del padre de
nuestro amigo Tato que falleció la semana anterior en Argentina. Todos los
Diablos Rojos nos unimos a Tato y a su familia en este doloroso momento.
Se formaron dos equipos de la siguiente manera:
EQUIPO AZUL: Kike, Pepe, Juli Jr., Isidro, Ángel, Manolo y
Juli.
EQUIPO AMARILLO: Sergio, Andrés, Pol, Aitor, Xavi Pont,
Pedro Piedra y Alex.
Partido algo desigual que se reflejó en el marcador
claramente. Los amarillos llevaron la batuta del partido en todo momento y solo
ya en las postrimerías del partido los azules hicieron un poco de frente. El
equipo amarillo era un equipo de lujo con un decisivo Alex que repartió juego a través de Xavi Pont, Pedro Piedra y Aitor.
Sergio “El Pistolero” no perdonó y demostró una vez más que está dispuesto a
llevarse el virtual “Balón de Oro 2014-15”. Contundente la defensa de Andrés y
Pol. En los azules Kike intentó llevar las riendas del equipo que luchó, no
tiró la toalla pero no encontró el camino del gol. Lo pasamos bien y es lo que
importa.
Una pequeña reflexión, sin nombres (que cada uno haga su
examen de conciencia). No es necesario demostrar nada, nuestro equipo, nuestra
noche de los viernes es diferente a todo lo conocido porque en el campo
coinciden jugadores de diversas edades y cualidades. No es necesaria ninguna
exhibición sobre-actuada, reconocemos simplemente que unos son mejores que otros
y ya está, no hace falta demostrar nada. Si conseguimos eso habremos avanzado
un paso más y entre todos seremos más grandes.
A la hora de la cena pocos comensales, muchas ausencias de
habituales y al final solo 6 Diablos Rojos entre los que se encontraba nuestro
Presi. Nuestro amigo Manolo se esfuerza semana a semana en ofrecernos unas
generosas y variadas viandas que hacen las delicias de los presentes. Cerveza
va y cerveza viene, amena conversación, brindis por ausentes y presentes, sin
chascarrillos, sin helados, se nos hizo una hora avanzada sin llegar a ver el
amanecer.
Y esto fue todo amigos en la gélida noche del pasado
viernes. Esperamos más, mucho más la próxima jornada. Hasta pronto.
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